MONARQUÍA ATACADA:
Jaque al Rey
Asistimos a los momentos más comprometidos para la/nuestra monarquía.
Quienes desde siempre, de manera solapada o abiertamente, han estado en su contra, ciertas razones no les faltan. Caso Urdangarín, desatinos del rey, Marichalar… en fin, temas que han calado en la sociedad y que son vox populi.
Todas son razones que fundamentan una crítica a la institución. Ahora bien, una cosa es una crítica, susceptible que alguna ley se cambie y se tomen medidas al respecto, y otra muy distinta, que se aproveche de manera cobarde y miserable por los enemigos naturales de la corona: La izquierda radical y los nacionalismos. Caso aparte es el comportamiento del PSOE.
La izquierda, para mantener su discurso y alimentar ideológicamente a pseudo-intelectuales progres, universitarios duduá, resentidos de la guerra civil, liberados sindicales y desencantados del PSOE, mantiene una imagen de la monarquía dieciochesca, de modo que venden el discurso de su opulencia, inoperancia y anacronismo.
Gustan de ondear banderas republicanas a la mínima excusa que haya para manifestarse. Da igual que sea por las pensiones, la sanidad, la educación, o por alguna declaración Paquirrín o de Belén Esteban; ahí los tenemos siempre con banderas republicanas, lo cual no deja de ser ofensas continuadas a la imagen de la corona. Las reminiscencias guerracivilistas excitan al PSOE de una forma muy particular; gracias a Dios, su política ya poco tiene que ver con las tonterías y el fanatismo anarquista que se decían desde la izquierda en el primer tercio del S.XX. Con acciones como las de sacar a pasear las banderas republicanas, hacen recordar a su electorado que fueron ellos los verdaderos defensores del estado de derecho y las libertades en 1936 frente a las hordas facciosas que provocaron una guerra cuando el país estaba en perfecta armonía, prosperidad y sosiego.
A todo esto hay que sumar, la sumisión y el atontamiento al que se ve sometido el PSOE/PSC cada vez que el nacionalismo/independentismo les guiña un ojo…. O sin guiñarlo. En este comportamiento, se advierte una paradoja sociológica: las bases de la los partidos de izquierda, acostumbran a preocuparse de asuntos inherentes a su ideología, dejando en muy segundo plano las pretensiones nacionalistas, soberanistas, independentistas o cualquiera que sea el nombre que actualmente se le da eufemísticamente a la traición separatista. Sin embargo, los políticos, las élites dominantes de estos partidos, la casta dirigente de la izquierda, ha desarrollado un seguidismo, comprensión y sumisión ante los nacionalismos, más propios del enamoramiento adolescente que de Hombres/Mujeres de Estado. Vivir para ver… Cualquiera que tenga un mínimo de cultura política sabe que el socialismo y/comunismo, está en directa colisión con el independentismo. Un miembro del PSOE que además sea nacionalista, es un {tooltip}oxímoron{end-texte}Combinación en una misma estructura sintáctica de dos palabras o expresiones de significado opuesto, que originan un nuevo sentido; p. ej., un silencio atronador.{end-tooltip} en sí mismo. Un socialista distinguirá entre clases sociales, derechos de los trabajadores, condiciones laborales, en que el estado asuma cuantas más competencias mejor para poder colectivizar la economía… y cosas así. Esta idea, tiende a expansionarla sin atender a otros criterios, de tal forma que el independentismo no es motivo de sus preocupaciones o fines; es más: ve al independentismo como un obstáculo en sus pretensiones de igualdad y paz social. Sin embargo, comprobamos todos los días que el PSC anhela desesperadamente formar parte del independentismo imperante en esa zona del noroeste del Reino de Aragón que siempre fue Cataluña. Desatiende sus principios y a su electorado, hipnotizado por el supuesto atractivo independentista, pareciendo querer ignorar, lo gravísimo de su error.
{tooltip}{end-texte}¿Es este hombre el mejor que tiene el PSOE/PSC para tratar temas de Estado en Cataluña?{end-tooltip}
Que CIU y ERC se han sublevado contra el Estado es un hecho. Pero el ¿PSC? Esta sección del PSOE, ¿en qué liga juega? O mejor dicho: el Sr Pere Navarro, ¿qué está haciendo? Que el PSOE tenga discrepancias internas poco importa. Pero si éstas afectan frontalmente al estado, ya es otro asunto. Con temas como la unidad de España, no hay izquierda ni derecha, PSOE o PP. Es algo que está mucho más elevado como para permitir que el Sr. Navarro juegue a hacerse el imprescindible en una región, Cataluña, donde el electorado ya le ha dado la espalda. Este despiste en el que está inmerso el PSC intentando contentar a los independentistas en pos de no se sabe qué, debería ser intolerable para el PSOE, pero parece manifiesto que el PSOE tiene miedo al PSC, lo cual, de veras no entiendo. El PSC y el Sr. Navarro no han hecho otra cosa que vaciar el granero de votos que era Cataluña para los socialistas. Actualmente un votante del PSOE en Cataluña no tiene idea por donde le viene el aire.
*con matices provincianos, lo mismo le pasa al PSOE en Vascongadas.
Por otra parte, su idea de la república como bien universal, cercano al más absoluto paroxismo, no les hace ver más allá. El sentido de España como nación, poco importa. Al fin y al cabo, como herederos del marxismo que son, es la lucha de clases a nivel internacional (de ahí su himno puño en alto) lo que supuestamente tienen como ideal, y no el concepto de nación o patria; términos éstos, que ya se han encargado de ensuciar al interpretarlos como propios de la derecha extrema.
Lo de “supuestamente” lo decimos porque es bien sabido que, una cosa es lo que predican, y otra muy distinta es lo que hacen: ¿Hablamos de los ERE de Andalucía?... Al final, la ideología de la izquierda rebosa únicamente en tener unos cuantos iconos a los cuales reverenciar, léase camiseta del Che Guevara, simpatizar con el anarquismo y tildar de fascista a cualquiera que no piense como él. LO MIO ES MIO Y LO TUYO DE LOS DOS, esa es su verdadera ideología.
Instituciones como la corona, el concepto de bien de estado, integridad territorial, tradición, valores comunes y grandeza como nación, sencillamente son despreciables para la izquierda. Consecuentemente, atacar a Juan Carlos I a día de hoy, no sólo está de moda, sino que satisface todo rencor y odio que la corona les provoca. Urdangarín para ellos ha sido una musa. La excusa perfecta.
Poco se acuerdan ya de 1975… en fin, cosas que pasan.
Otro de los pilares que menoscaba la Monarquía son los nacionalistas. A propósito de éstos, no termino de entender por qué se llaman así. Bien sabido es que acostumbran a manosear el leguaje para tergiversar conceptos, pero ¿nacionalistas? Son independentistas, separatistas, y/o traidores a España, pero ser nacionalistas es otra cosa. Un nacionalista, defiende los intereses de su “patria chica”, región, provincia, comarca, etc, sin lesionar a las demás, y mucho menos ambicionar su disgregación.
Vamos a ver una elemental noción de historia:
Rafael Casanova:
1- Carlos II muere sin descendencia.
2- De dicha muerte se deriva una guerra de sucesión al trono.
3- En esa guerra hay dos bandos: Borbones con Felipe de Anjou y los Austracistas con el Archiduque Carlos.
4- Los partidarios de Felipe de Anjou son más numerosos. Al Archiduque Carlos terminan por defenderle muy pocas ciudades, como Aranjuez, apenas Tarragona y sobre todo Barcelona. ¡PERO NO CATALUÑA ENTERA!
5- Las tropas de Felipe V asedian y sitian Barcelona defendida por Rafael de Casanova hasta que se rinde.
6- Los partidarios del Archiduque Carlos no luchaban por la independencia de Cataluña, sino por esa opción dinástica EN TODA ESPAÑA.
Como seguro que hay quien todavía no lo ha entendido o no lo quiere creer por la cantidad de mentiras y nebulosa puesta sobre la historia por parte de los independentistas, lo explicaremos de otra forma:
William Wallace:
1- Alejandro III de Escocia muere en 1290 y el trono lo asume su hija de 3 años, pero la niña muere en las Islas Orcadas.
2- Como consecuencia de ese vacío de poder surgen dos clanes que aspiran al trono escocés: Los Bailleul y los Bruce, que serían los equivalentes de los Borbones y los Autracistas.
3- Inglaterra al ver esta debilidad, reclama el reino para sí y ataca Escocia.
4- William Wallace lucha contra los ingleses independientemente de quien herede, en pos de la grandeza y unidad del pueblo escocés frente a un enemigo común. Rafael de Casanova sin embargo, no era más que un cacique, pomposamente llamado Conseller en cap que luchaba por una opción dinástica.
ESO ES TODO!!!
Como vemos, William Wallace actuó como un patriota escocés, a pesar de que en su misma tierra se estaban matando entre los distintos clanes. Había dos opciones dinásticas, pero él lucho por el bien superior.
Sabiendo que esto sucedió así, después de la manipulación, adoctrinamiento y mentira institucionalizada que se practica en Cataluña, es lógico que veamos a críos de 10 años en TV3 gritando por la independencia ante la orgullosa mirada de un padre que disfruta en la ignorancia.
Una vez un catedrático de Ciencia Política me dijo: “la ideología es sentimiento” frase con la que desde entonces comulgo. Ahora bien, una cosa es sentimiento, y otra hacer de la mentira y la manipulación la ideología propia.
Fin del ejemplo.
Dicho esto:
Actualmente el mal llamado “nacionalismo” está teniendo el comportamiento más rastrero, cobarde, desagradecido, manipulador y mentiroso que jamás haya tenido.
En esta ocasión, van inclusive más allá dela interesada imagen que la izquierda tiene de la monarquía. La izquierda va contra toda forma de monarquía; los nacionalistas catalanes van solo en contra de la Borbónica. Inventan, mienten y cercenan la economía de su propia comunidad con tal de defender esa idea. De tal forma, que la imagen de Juan Carlos I es motivo de burla, vilipendio y una vez, una de las causas de su subyugada dependencia de España.
Como sabemos, todo este despropósito empezó con el desatino que en el apartado de las autonomías supuso la Constitución de 1978. Ésta daba pie al desarrollo de las mismas, sin prever que la ambición, la mentira y la voracidad por asumir competencias, degeneraría en la situación actual.
Por eso aprovecho la ocasión para manifestar mi mayor entusiasmo en que se modifique la constitución, sobre todo en cuatro aspectos:
1- Recuperar competencias transferidas, con especial atención en la educación.
2- Modificar la sucesión al trono. Actualmente parece más la ley sálica de Fernando VII.
3- Modificar la ley electoral para que el parlamento sea de verdad una cámara representativa y se acabe con el bipartidismo.
4- Eliminación del Senado.
Pero hoy nos vamos a centrar solo en el apartado 1: recuperar transferencias.
Se antoja perentorio recuperar las competencias en educación para evitar el espolio intelectual al que se ve sometido todo español que vive en una CC.AA con aspiraciones nacionalistas.
El nacionalismo/independentismo basa su actual éxito en tres pilares fundamentales, de los cuales, la constitución podría, si hubiera voluntad política de verdad, atenuarlos y/o contrarrestarlos fácilmente:
1- Adoctrinamiento sistemático escolar.
2- Manipulación hasta límites cómicos de los medios de comunicación.
3- Liderazgo de la casta política burguesa y provinciana.
Si la Constitución, aseada, mejorada, retocada y en la que todos estuviéramos a gusto dentro, recuperara competencias en educación, difícilmente volveríamos a oír a nenes de 12 años cantando que Cataluña volverá a ser independiente. Seguramente en la mente de estos niños, Cataluña fue un reino feliz en el S.XIII en tiempos de Roger de Flor y no nos hemos enterado…
Entre que la lengua vehicular es por imposición de casta exclusivamente el catalán, y la manipulación de la que están siendo objeto todo el alumnado en los últimos 35 años, no es de extrañar las ínfulas independentistas actuales. (al igual que en vascongadas)
Hoy día, una persona de entre 10/35 años escolarizado en Cataluña, no solo tiene un despiste colosal en cuanto a la historia común de Castilla y Aragón, sino que, se le ha inoculado un odio a España que tardará generaciones en ser reparado. La ideología que actualmente siente un independentista no es sentimiento, es resultado de un producto adoctrinado con eficacia orwelliana.
Lo que ha hecho el gobiernos catalán a lo largo de 35 años con respecto a la educación, es perfectamente comparable a la educación que le daría cónyuge divorciado y trastornado a un hijo: Si tú a un hijo le estás inculcando durante 35 años que papá/mamá es satanás, ese niño, lo primero que hará cuando vea a su padre/madre será preguntar dónde están los cuernos.
De ahí la necesidad de recuperar imperiosamente las competencias en educación.
No se puede delegar responsabilidad en quien no la sabe gestionar y aún menos en quien la va a usar frontalmente contra quien se la otorgó.
Por otra parte, ¿qué decir de la manipulación de TV3? No es que tergiverse sin rubor, es que directamente miente. Es una televisión autonómica con ¡línea editorial propia! Un día nos encontraremos con que en la carta de ajuste saldrá la cara de Arturo Mas o de algún miembro del clan Pujol.
Pero ojo, no solo es TV3. A base subvenciones, exclusiones si no hablas en catalán, etc, cualquier medio que pretenda subsistir en Cataluña, de sobra sabe que tiene que obedecer la voz de su amo si quiere seguir en antena. Para ello se creó el “CAC” o Consejo Audiovisual de Cataluña… una vergüenza más…
Podríamos estar aquí in aeternum poniendo ejemplos sobre la propaganda del régimen instaurado en Cataluña, pero está ya más que sabido de sus tropelías y entiendo estéril ahondar en lo mismo.
Solamente emplazar a que la Constitución asuma las competencias en medios audiovisuales para evitar semejante uso desleal y espurio de casos como el catalán.
Si como hemos visto, la Constitución puede corregir los abusos en educación y medios de comunicación, contra lo que no puede hacer nada es contra la estupidez propia de quien se cree que está por encima de la ley dada su condición de mesiánica y/o de quien está convencido su región es el centro del universo. Tanto es así, que si consiguieran el independentismo, están convencidos en sus delirios, que Europa les estará esperando anhelantes. Al estilo Bizancio con los almogávares ¡vaya!
Actualmente la casta política que tiene Cataluña, es indigna de una región con tanta historia y nobleza. El que no se cree un mesías, entiende que puede hacer los desfalcos que quiera y que tiene un derecho inalienable a cobrar comisiones por su mera presencia o aquiescencia. Esta élite política ha dejado Cataluña en la más miserable ruina, endeudada hasta los dientes y ahora, como buenos cobardes, cargan contra el Estado, repitiendo el mantra ese que tanto les gusta de "Espanya ens roba" para correr una cortina de humo que provoque dos cosas:
1- Inhibirse de toda culpa o responsabilidad.
2- Encender más los ánimos independentistas.
… algún día les oiremos gritar: ¡La culpa es del Borbón!, mientras aparece entre la neblina el semblante de Rafael Casanova…
¿Se puede ser más ruin?
Las sentencias del Tribunal Superior y Constitucional directamente NO los aplican. Han hecho de Cataluña su cortijo particular; un chiringuito de playa donde solo entran sus amiguitos y donde se imponen las reglas que ellos dicten. Por supuesto, si no eres su amiguito, no solo no entras, sino que te señalan con el dedo al más puro estilo “la noche de los cristales rotos” de Alemania en Noviembre del 1938. No se gobierna para todos, sino, que todos, sufren el gobierno caprichoso de la élite.
Para terminar con este asunto, comentar mi sorpresa ante la languidez del PP en dicha cuestión. O muestra firmeza ya, o esta situación provocará entre otras, estas dos cosas:
1- Arturo Mas se convencerá que es el mesías que lleva a Cataluña a la libertad.
2- Surgirán partidos a la derecha del PP.
… lo malo es que al PP ni está ni se le espera…
Es por todo esto por lo que probablemente ha llegado la hora del príncipe Felipe. Con ello no estoy apelando abiertamente a la abdicación de Juan Carlos, pero en las actuales circunstancias hay que tomar decisiones ya. Y decisiones enérgicas. La sociedad empieza a estar un muy cansada de estar mirando por un lado, con miedo a Vascongadas, por si los asesinos vuelven a salir de aquelarre independentista, y por otro con tantos miramientos con Cataluña para que no se molesten. Pero vamos a ver, por un lado, asesinos son, y por el otro, los catalanes ya se han alzado contra el estado. ¿A qué hay que esperar? El tiempo de las buenas palabras se ha terminado. Cuando tu interlocutor, eso sí, con muy buenas palabras y sonriendo, intenta acabar contigo, las buenas formas han de acabar y se tiene que aplicar todas las armas que la Constitución nos da, como es el artículo 155.
Cataluña es y seguirá siendo un pueblo extraordinario. Es una pena que la actual élite politico-social esté tan por debajo de lo que Cataluña merece.
Una vegada mes: Visca Catalunya!!!
Es por ello, que haciendo de la necesidad virtud, es el momento de que Felipe VI tome protagonismo, que se acometan cambios en la Constitución, haciéndola más centralista, quitar todas las competencias en educación a todas las comunidades autónomas, reformar la ley electoral y frenar de una vez para siempre la posibilidad de segregación. En cualquier país del mundo occidental, quemar la bandera es motivo de cárcel y desaprobación al más alto nivel. En la situación actual en la que se encuentra España, quemar la bandera y la de su jefe de estado sale gratis. Eso sí: mucho cuidado con herir el "Seny catalán" o el abertxalismo vasco.
Felipe de Borbón: La historia te está llamando. ¿Qué piensas hacer?